Es un proceso de tratamiento psicológico de las dificultades y problemas que surgen en el contexto de la relación de pareja, consecuencia del deterioro de la misma por distintos factores. Una de las causas más comunes del distanciamiento entre la pareja es la comunicación deficiente, ya sea por exceso de discusiones no resolutivas, por falta de expresión emocional o por pautas de comunicación inadecuadas.
La terapia de pareja requiere el compromiso mutuo de los integrantes de la relación sentimental para poder llevarse a cabo, no obstante, uno de los miembros pueda verse también beneficiado –aunque de forma más limitada- en caso de acudir a la terapia en solitario, cuando no se tiene la colaboración de la pareja.
La terapia de pareja se desarrolla en sesiones individuales con cada miembro y sesiones conjuntas en las que se exponen los avances del proceso de terapia.
Una de las respuestas que el ser humano puede llevar a cabo en el contexto de una relación interpersonal es la sexual. Esta respuesta implica mecanismos fisiológicos que participan de la expresión emocional, posibilitando una comunicación sexual cuyo equilibrio es fundamental en la configuración del autoconcepto y autoestima de la persona. Cuando el curso de los mecanismos físicos y psicológicos de la interacción sexual se ve alterado, se producen lo que se denominan disfunciones sexuales. Estas engloban alteraciones de procesos de la respuesta sexual o dolor asociado al acto sexual, pudiendo afectarse cada una de las fases de la respuesta sexual (deseo, excitación, orgasmo y resolución).